Formación en gestión cultural en la enseñanza en Bibliotecología: la experiencia en la Universidad de la República

 

 

Training in cultural management in teaching library science: the experience at the University of the Republic

 

Treinamento em gestão cultural no ensino de Biblioteconomia: a experiência na Universidade da República

 

Paulina Szafran Maiche

Facultad de Información y Comunicación. Universidad de la República

Uruguay

 

 

 

 

 

 

 

Submetido em: 22/04/2021

Aceito em: 30/11/2021

Publicado em: 31/12/2021

 

Licença:


Autor para correspondência: Paulina Szafran Maiche

Email: pszafranmaiche@gmail.com

ORCID: https://orcid.org/0000-0002-5356-0189

 

Como citar este artigo:

MAICHE, Paulina Szafran. Formación en gestión cultural en la enseñanza en Bibliotecología: la experiencia en la Universidad de la República. REBECIN, v. 8, p. 1-19, 2021. DOI: 10.24208/rebecin.v8i.254

 

RESUMEN

 

El artículo relata la experiencia de la incorporación de la temática Gestión cultural en la malla curricular de la Licenciatura en Bibliotecología en la Universidad de la República, Uruguay. A través de este recorrido, y de los distintos abordajes que conlleva la gestión cultural, se fundamenta la perspectiva que se le otorga a dicha formación en el contexto de la disciplina y el ejercicio profesional. Asimismo, se muestra el aporte que realiza la Bibliotecología a la Gestión cultural, específicamente en cuanto al rol de mediadores culturales que compete a los bibliotecólogos y su contribución a la ciudadanía cultural. En las consideraciones finales se da cuenta de otros desarrollos curriculares promovidos a partir de la experiencia a la vez que se delinean perspectivas futuras. Se entiende que estas contribuyen a la visibilidad de la carrera y de las bibliotecas como servicios culturales así como a la promoción de las funciones universitarias, especialmente la investigación, en un área que lo requiere para su crecimiento disciplinar.

 

PALABRAS CLAVE: Formación en Bibliotecología; Gestión Cultural; Perfil profesional del bibliotecólogo

 

ABSTRACT

 

The article relates the experience of incorporating the topic “cultural management” in the curriculum of the Bachelor of Librarianship at the University of the Republic, Uruguay. Through this path and the different approaches that “cultural managemententails, the article arguments on the fundamentals of the perspective given to such training in the context of discipline and professional practice. Likewise, the contribution made by librarianship to cultural management is shown, specifically regarding the role of cultural mediators of librarians and their contribution to cultural citizenship. In the final considerations, other curricular developments promoted from the experience are noted, while future perspectives are outlined. It is understood that these contribute to the visibility of the professional career and of libraries as cultural services as well as to the promotion of university functions, especially research, in an area that requires it for their disciplinary growth.

 

Keywords: Teaching of Library Science; Cultural Management; Professional profile of the librarían.

 

RESUMO

 

O artigo relata a experiência de incorporar o tema "gestão cultural" no currículo do Bacharelado em Biblioteconomia da Universidade da República, Uruguai. Através deste caminho e das diferentes abordagens que a "gestão cultural" implica, o artigo argumenta sobre os fundamentos da perspectiva dada a tal formação no contexto da disciplina e da prática profissional. Da mesma forma, a contribuição da biblioteconomia à gestão cultural é mostrada, especificamente no que diz respeito ao papel dos mediadores culturais dos bibliotecários e sua contribuição à cidadania cultural. Nas considerações finais, outros desenvolvimentos curriculares promovidos a partir da experiência são notados, enquanto as perspectivas futuras são delineadas. Entende-se que estes contribuem para a visibilidade da carreira profissional e das bibliotecas como serviços culturais, assim como para a promoção de funções universitárias, especialmente de pesquisa, em uma área que o requer para seu crescimento disciplinar.

 

Palavras-chave: Ensino de Biblioteconomia; Gestão Cultural; Perfil profissional do bibliotecário

 

 

1 INTRODUCCIÓN

 

El presente artículo comparte una experiencia implementada en la malla curricular de la Licenciatura en Bibliotecología de la Universidad de la República (Udelar) de Uruguay.

A partir del año 2011 en esta oferta formativa se propone un curso optativo en gestión cultural. La propuesta no solo se ha sostenido, en función de la respuesta a las convocatorias anuales, sino que ha abierto una línea de trabajo que permite estrechar los vínculos disciplinares entre la Bibliotecología y la Gestión cultural.

Las páginas que siguen se orientan a mostrar el proceso llevado adelante con referencia a la función de enseñanza. Se parte de la consideración de que la Gestión cultural constituye una importante área que enriquece la formación profesional pero sin desconocer que su abordaje, desde la Bibliotecología, requiere una concepción determinada, que parta del rol social del bibliotecólogo y que trascienda la visión de la Gestión cultural como herramienta orientada a la venta de bienes y servicios culturales, en un momento en que se apunta al valor económico de la cultura. Asimismo, se entiende que se trata de un área que requiere un continuo anclaje al espacio y tiempo en que se aborda, tomando en cuenta la implicancia del carácter político que envuelve y las particularidades que otorga cada territorio para su estudio.

 

2 FORMACIÓN EN BIBLIOTECOLOGÍA EN URUGUAY

 

La formación de Licenciados en Bibliotecología en Uruguay presenta algunas particularidades, acordes a las características del país, que la tornan un ejemplo, con sus ventajas y desventajas, distinto a sus países limítrofes.

Corresponde señalar que se trata de una formación universitaria ofrecida en un único servicio, la Udelar, de carácter público, la más antigua y prestigiosa del país.

La larga tradición de formación en bibliotecología se inicia en el año 1943 en el ámbito de la Asociación de Ingenieros del Uruguay pasando en el año 1945 al ámbito universitario. En el año 1983, en la ex Escuela Universitaria de Bibliotecología y Ciencias Afines (EUBCA), comienza a dictarse la carrera de Archivología.

El momento actual es fruto de un largo y rico proceso que atraviesa distintas etapas institucionales y de evolución de la enseñanza de la profesión, reflejada en los cambios de planes de estudio que acompañan el avance disciplinar y la realidad del país. Es así que desde una formación técnica, en un curso de un año, avanzamos al plan de estudios 2012, que mantiene el título de Licenciado en Bibliotecología que regulaba el plan 1987, pero adecuado a la filosofía promovida por la Udelar respecto a la reformulación de los planes de estudio sustentados en una mayor flexibilidad y articulación de las distintas carreras universitarias. A su vez se trata de un plan de estudios común con la Licenciatura en Archivología que deja de ser una tecnicatura, carácter que tenía desde sus inicios, para adquirir la categoría de licenciatura.

Cabe recordar que el funcionamiento de la Udelar se canaliza a través del cogobierno por lo que, la aprobación, implementación y evaluación de los planes de estudio, al igual que el resto de las actividades vinculadas a las funciones universitarias, es una tarea que compete al colectivo de docentes, estudiantes y egresados.

Actualmente es la Facultad de Información y Comunicación (FIC) el servicio universitario a cargo de la formación de Licenciados en Bibliotecología, una facultad nueva (creada en el año 2013) que nuclea las áreas de la Comunicación y la Información, producto del proceso llevado adelante por la convergencia de sus servicios base, la ex Licenciatura en Ciencias de la Comunicación (LICCOM) y la ex Escuela Universitaria de Bibliotecología y Ciencias Afines (EUBCA).

El contexto reseñado nos permite ubicar el tema que proponemos compartir, la necesaria inserción de la gestión cultural como apropiada herramienta enriquecedora de la formación profesional.

 

3 GESTIÓN CULTURAL

 

La Gestión cultural es abordada desde distintas perspectivas por lo que no es posible hablar de una “gestión cultural única, universal y válida”. Sin adentrarnos en la discusión acerca del concepto de cultura que se considere y sus distintas implicancias de acuerdo a su evolución histórica, identificamos visiones en las que se pone el acento en determinados enfoques, los cuales no deben considerarse excluyentes, mucho menos desde la mirada de la Bibliotecología.

Como expresa Vich

 

[...] la cultura se ha vuelto cosas muy distintas a ella misma: una mercancía (un recurso económico), un dispositivo de sentidos comunes (un recurso simbólico) y un lugar que permite visibilizar mejor los antagonismos sociales (un dispositivo político) (VICH, 2014, p.20)

 

Por un lado identificamos un enfoque administrativo, entendiendo a la gestión cultural como la mera administración de recursos. Se encuentra vinculado al enfoque gerencial como instrumento para la producción de bienes y servicios culturales. Otra línea se centra en el rol del Estado, reflejado en las políticas públicas en materia de cultura y especialmente en sus formas de financiamiento, instaurando nuevas modalidades de acercamiento de actores a través, especialmente, del modelo de concursabilidad. Entendemos también que es posible distinguir un enfoque participativo, reconociendo la participación social atendiendo a las diversidades que confluyen  en un mismo territorio.

Sin dudas, estas perspectivas permiten comprender que nos posicionamos frente a un escenario en el que entran en juego la Cultura, Economía y Política, tres ejes complejos que requieren una perspectiva crítica a la hora de asumir su estudio y ejercicio profesional.

Es así que desde las múltiples concepciones vigentes se entiende necesario realizar un ejercicio analítico con vistas a adoptar una mirada abarcativa, adoptando posiciones amplias de su campo de acción.

Disciplina orientada a identificar, preservar, recuperar, valorizar, promover, diseñar, proyectar, administrar y desarrollar eventos, actores o elementos artísticos o culturales, para lo cual construye su propio marco teórico referencial y su trayectoria empírica a través de la investigación y de la acción (PADULA, 2015, p.17).

 

Esta conceptualización se complementa con la incorporación de un componente específico del área de actuación, lo simbólico, anclado a un espacio concreto.

 

[...] la gestión cultural no pasa sólo por la administración de recursos financieros y humanos, sino fundamentalmente por lo simbólico em tanto trabaja sobre las significaciones proyectadas por uma comunidad hacia los objetos, personas y lugares (AGUERRE; GIAIMO 2007, p.24).

 

Conceptos y trasfondos de importancia en la vida cotidiana que nos hacen pensar que no es posible abordar la gestión cultural de una única forma, y mucho menos neutra, varía de acuerdo a las distintas realidades geográficas en la que se ejerza, a la vez que en función de las áreas de abordaje en el que se sitúa. Eso nos llevó a preguntarnos, ¿cómo hacerlo desde la Bibliotecología? Y ¿cómo hacerlo en un curso de grado para estudiantes de la Licenciatura en Bibliotecología en el Uruguay de principios del siglo XXI?

 

4 LA GESTIÓN CULTURAL EN LA CURRÍCULA DE LA LICENCIATURA EN BIBLIOTECOLOGÍA

 

Estas preguntas estuvieron presentes en la preparación del curso de la primera edición de la asignatura optativa Gestión cultural en unidades de información, propuesta en el año 2011 dentro de la oferta de cursos optativos de la Licenciatura en Bibliotecología de la Udelar en el Plan de Estudios 1987.

Bajo este contexto, se ofreció un programa con algunos ejes temáticos, planteándose la apertura del mismo, abierto a los deseos y necesidades de los estudiantes. A su vez, en cada uno de los módulos se procuró insertar la perspectiva de la realidad nacional. No solo en el entendido de que así debe promoverse el desarrollo de las funciones universitarias, sino porque el contexto del país lo ameritaba, con la instrumentación de nuevas y variadas políticas públicas en materia de cultura e información a partir de la llegada a la presidencia del país del primer gobierno del partido de izquierda Frente Amplio. Ante este escenario se alentó el conocimiento y difusión de los nuevos programas así como insertar la necesidad de su evaluación.

Para el año 2021 y producto del proceso reseñado, el programa del curso propone el tratamiento de 6 unidades organizadas de acuerdo al siguiente esquema:

 

 

 

Tabla 1Contenidos del curso

Unidad 1 – Cultura y Gestión cultural: contexto local, regional y global. Cultura, Gestión Cultural, Bibliotecología y Archivología.

Unidad 2 – Políticas culturales: características, derecho a la cultura. Las bibliotecas y archivos en el contexto de las políticas culturales.

Unidad 3 – El gestor cultural: rol del gestor como agente cultural, el bibliotecólogo y archivólogo como gestor cultural.

Unidad 4 – Gestión de organizaciones culturales: gestión de recursos culturales en organizaciones culturales.

Unidad 5 – Gestión de proyectos socio-culturales: herramientas metodológicas para el diseño, ejecución y evaluación de proyectos.

Unidad 6 – Fuentes de financiamiento cultural: modelos de financiamiento, recursos para la cultura.

Fuente: Programa 2021 de la unidad curricular Gestión Cultural en Unidades de Información. Facultad de Información y Comunicación. Universidad de la República

Como fue expresado, el temario es abierto a intereses específicos de los estudiantes. A su vez se inserta el testimonio de diversas experiencias a través de la participación en el aula de distintos invitados que permitan la vinculación entre lo abordado en el aula con las prácticas reales. Se busca en general la asistencia de personas relacionadas a distintos ámbitos y no centrarse únicamente en colegas bibliotecólogos.

Cada uno de los ejes conceptuales se contextualiza en el área disciplinar del estudiante y en la realidad del país, preocupaciones constantes para que no se desdibuje el anclaje que requiere el tema. Esta visión se refleja en la forma de aprobación del curso en tanto el requisito curricular es la presentación de un trabajo final consistente en un perfil de proyecto cultural que refleje los conceptos tratados y se oriente a una iniciativa vinculada al ámbito disciplinar del estudiante. La evaluación incluye una devolución en la que se consignan sugerencias destinadas a la promoción de su presentación en distintas instancias concursables.

La incorporación de esta oferta a la formación de grado nos permite adentrarnos en algunos aspectos que nos interesa destacar del perfil profesional, resaltando lo apropiado de contar con herramientas de la Gestión cultural pero sin dejar de reconocer que conlleva componentes que, bajo otros nombres, son reconocibles históricamente en la formación y ejercicio profesional del bibliotecólogo. Este escenario lleva a una postura de sinceramiento desde el primer día del curso, especificando a los estudiantes que muchos puntos no les resultarán novedosos ya que los vienen aprendiendo desde otras materias como ejes del quehacer bibliotecológico, encontrándose en su esencia. Esto se acompaña con la aclaración de que estamos en un escenario en el que a la finalización del curso, ante algunos ejes, tendrán más preguntas que respuestas, pero que permitirán revisar nuestras prácticas y se aspira a otorgar herramientas para la acción concreta en el territorio. En definitiva, dudas sobre lo que somos como profesionales bibliotecólogos en el mundo actual y la convicción de que su cuestionamiento reafirma nuestro rol.

Bajo esta mirada hay dos ejes que especialmente interesa profundizar y trascender a la Gestión cultural en sí, buscando la conjunción con la Bibliotecología y la labor en las bibliotecas. Por un lado, el rol de mediadores de cultura como complemento a nuestra esencia, la mediación de información. Por otro, y en forma complementaria, resaltar el carácter político de nuestra labor en tanto actividad simbólica impregnada de ideología. Este punto se aborda a partir de una concepción amplia de las políticas culturales, trascendiendo a las políticas públicas, en tanto, confluyen en ellas toda clase de actores, no solo el Estado, también todo tipo de instituciones y grupos comunitarios organizados (GARCÍA CANCLINI, 2005; OLMOS 2008) con los que la biblioteca interactúa.

El acento respecto a la mediación cultural permite enriquecer y cuestionar nuestro rol social, en un entramado complejo en el que lo local/global y el impacto de las TIC atraviesan el trabajo respecto a los recursos culturales. Del mismo modo, abre la puerta para la inclusión de una categoría que se incorpora, el espacio público, especialmente en algunos campos de ejercicio y tipos de servicios apuntando a su diversidad. Valen las siguientes palabras,

[...] a mediação cultural aparece como categoria que se referenda na esfera pública, nos sistemas axiológicos que fundam “a natureza do tecido social” Dada a irressimissilidade dos conflitos, não se trata tão somente de fazer a transmissão ou permitir o acesso aos signos. É preciso criar vínculos simbólicos entre os diferentes, espaços de transição, pontos convivência ‘que tornam possível o “viver juntos”, em especial em época de mudanças que alteram relações de tempo e espaço, via tecnologias virtuais cada vez mais onipresentes na experiência cotidiana, em escala global (PERROTTI, PIERUCCINI 2014, p.11).

        

La mediación cultural, insistimos, lejos de la neutralidad, tiene estrecha vinculación con nuestra responsabilidad respecto a las políticas culturales.

Actúa en la zona de contacto entre políticas culturales hegemónicas y proyectos alternativos, entre creación artística y grupos receptores, entre el sector intelectual o académico y el lector que es introducido al producto cultural a través de la interpretación o la selección que la publicación le presenta (MORAÑA, 2003, p. 68).

En esta dirección se apuesta a la concepción de que, más allá de las políticas macro de las instituciones en las que se ejerce la profesión, el bibliotecólogo no se entrega a ellas desde una posición de sometimiento, al contrario, puede y debe cuestionarlas. A su vez ser consciente del poder que tiene para generar nuevas propuestas en conjunto con la comunidad, en las que la Gestión cultural puede aportar herramientas de actuación.

 

A inserção dos profissionais de informação nos processos culturais, atentando para sua posição no processo de produção de uma determinada hegemonia parecenos, nesse sentido, um dos focos a ser privilegiados numa formação que se quer crítica (ALMEIDA, 2008, p.21).

 

Si estos debates ya se encontraban presentes en nuestra acción cotidiana, se han acrecentado enormemente al atravesar una pandemia mundial y la declaración de emergencia sanitaria. 

 

5 UNA APUESTA A LA CIUDADANÍA CULTURAL

 

La descripción realizada, indicando una postura determinada con referencia a la mirada otorgada a la formación en Gestión cultural desde la Bibliotecología, habilita concebir a los servicios de información, especialmente con referencia a los destinados al gran público como espacios promotores de la ciudadanía cultural.     

         Las herramientas que aporta la Gestión cultural permiten un accionar en ciertos aspectos que apuntan a la ciudadanía cultural. Participación, Inclusión, Brecha cultural, Creación, Difusión, Formación, Derechos, Convivencia, Cultura Local, Democratización, Identidad, dejan de ser simples referencias para constituirse en ejes en los que la biblioteca puede y debe inmiscuirse. “Gestionar la cultura a fin de posicionarla como un recurso crítico para construir mayor ciudadanía” (VICH, 2014, p.20) es sin lugar a dudas una postura y la biblioteca como espacio público abierto, apostando a la participación de su comunidad, constituye un servicio en esa dirección. Esto implica participar de las políticas culturales e informativas, garantizando el acceso igualitario a los recursos informativos culturales, favoreciendo la democratización de los mismos ya que

 

La asimetría entre emisores y receptores en el intercambio simbólico se convierte en un problema político, de lucha por ocupar espacios de emisión/recepción, por constituirse en interlocutor visible y en voz audible (HOPENHAYN, 2005, p.5).

        

Pero especialmente y sobre todo hoy en día, las bibliotecas tienen un deber de apuesta a la creación y producción por parte de los usuarios, a ser actores protagonistas y no meros espectadores de la vida cultural.

 

Se trata, entonces, de una política cultural definida por la idea de ciudadanía cultural, en la que la cultura no se reduce a lo superfluo, al entretenimiento, a los patrones del mercado, a la oficialidad  doctrinaria (que es ideología), sino que se realiza como derecho de todos los ciudadanos (CHAUI, 2008, p.6).

        

Los lineamientos de las políticas culturales actuales se orientan a la promoción de la participación ciudadana. El eje información-cultura constituye un componente esencial para esa participación, la biblioteca se conforma como un espacio que, no solamente debe promover y garantizar el acceso igualitario a los bienes y servicios culturales sino que debe brindar las herramientas, no solo tecnológicas, para que la creación cultural sea posible. A la vez que ofrecer un local que contribuye a la reunión, al encuentro e intercambio de la comunidad a la que va dirigida, favorecedora de diálogos y procesos socio-culturales.

         Sobre estas líneas que se orientan a visibilizar y dar voz a la población es que se configura la apuesta formativa, reivindicando que el bibliotecólogo, en su carácter de mediador, tiene sus mejores oportunidades de confirmar su histórico rol social.

         En consonancia con los objetivos del curso, esta temática se relaciona con la realidad en materia de políticas culturales del país. El inicio del curso coincide temporalmente con la promoción de nuevos programas culturales gubernamentales en la órbita de la Dirección Nacional de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura. Dentro de ellos se enfatizan algunos más relacionados, como el área institucional Ciudadanía Cultural, con una apuesta a la gestión territorial de la cultura a partir de diversos programas que se buscó tuvieran vinculación a los contenidos del curso, tanto para considerarlos  desde una perspectiva crítica como para darlos a conocer y promover las necesarias inserciones de las bibliotecas, no siempre consideradas al momento de la planificación de las nuevas instituciones y programas, muchas veces por la propia responsabilidad profesional de no visibilizar su labor. Un ejemplo de lo descripto es el análisis a la apuesta de la política cultural por la conformación de nuevas infraestructuras culturales en todo el país para ofrecer servicios que hoy día podrían brindarse desde las bibliotecas públicas lo que refleja el desconocimiento de sus potencialidades.

 

6 CONSIDERACIONES FINALES

 

La incorporación de un área de Gestión cultural a la formación de los bibliotecólogos debe tomar en cuenta la perspectiva y perfil profesional. Se parte de la base de que no es lo mismo pensar una oferta formativa en Gestión cultural para estudiantes de bibliotecología que para otras carreras. Ambas miradas deben complementarse generando un marco que permita un trayecto formativo en el que se reconozca un espacio de actuación profesional. A su vez, se trata de un área que permite abrir nuevos campos de ejercicio que den visibilidad a nuestro quehacer profesional, así como demostrar el aporte que la biblioteca puede significar para quienes trabajan en el sector cultural.

La experiencia desarrollada ha permitido un proceso de consolidación de la temática en la formación de Licenciados en Bibliotecología y ha habilitado el inicio de otros. Por un lado, tanto por el tema como por la filosofía de los nuevos planes de estudio de la Udelar, el curso se encuentra abierto a estudiantes de otras carreras universitarias, especialmente de las Licenciaturas en Archivología y Comunicación. Aunque se aclara que los contenidos del programa se formulan desde la mirada bibliotecológica, el compartir conocimientos y experiencias desde otras áreas ha enriquecido la propuesta. Del mismo modo, ha abierto trayectos formativos para los estudiantes, abordando puntos del curso en otras instancias curriculares, especialmente en los trabajos finales de grado.

Cabe señalar también la apertura de una experiencia a nivel de posgrado, ofreciendo la unidad curricular “Intermediación y mediación cultural: el aporte de los profesionales de la información” en la Maestría en Información y Comunicación que ofrece la FIC.

No menor constituye la posibilidad de insertar el rol de las bibliotecas y sus profesionales en la oferta cada vez más diversificada en Gestión cultural. Desde la Udelar se han llevado adelante dos ediciones de la Especialización en Gestión Cultural (y se encuentra en preparación la Maestría en Gestión Cultural), en donde se brindó el curso optativo “Los servicios de información como organizaciones culturales”. Se fundamenta en la necesidad de presentar y caracterizar a las bibliotecas y otros servicios de información en tanto organizaciones que cumplen un rol mediador entre los usuarios y las fuentes de información. Estas unidades hoy en día se enfrentan a los múltiples desafíos que imprimen las TIC, los vínculos entre información, cultura y política, las industrias culturales y los modelos de gestión. Comprender su potencial, en el marco de las políticas culturales y de información nacionales, constituye una herramienta necesaria para quienes trabajan en el área de la Gestión cultural. Dando a conocer los diferentes tipos de bibliotecas y por lo tanto objetivos, servicios y público objetivo, especialmente con referencia a las bibliotecas para el ciudadano (Públicas, Populares) pensadas como servicios de información y cultura de carácter local.

Por último, desde la posición universitaria, interesa retomar la aproximación conceptual a la Gestión cultural, aportada por Padula, atendiendo al necesario compromiso con la investigación. En este escenario, “[...] la unión entre formación e investigación se hace indispensable, así como la vinculación de ambas con la acción” (YAÑEZ CANAL; RUCKER; VALENZUELA, 2018, p.10).

A partir de nuestro rol docente universitario tenemos la obligación de su promoción, como ejercicio saludable de las funciones universitarias y como aporte a un área que lo requiere.

 

REFERENCIAS

 

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MORAÑA, M. Revistas culturales y mediación letrada en América Latina.

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PADULA PERKINS, J. E. Aproximaciones a la gestión cultural.

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VICH, V. Desculturizar la cultura: la gestión cultural como forma de

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YAÑEZ CANAL, C.; RUCKER, Ú.; VALENZUELA, M. La gestión cultural desde Latinoamérica: formación e investigación. Referencias y retos del campo disciplinar. Santiago: EGAC, 2018. 284 p. Disponible en: http://observatoriocultural.udgvirtual.udg.mx/repositorio/handle/123456789/837. Acceso en: 17 marzo 2021.